En el marco de la ley antiinflación (IRA, siglas en inglés) y con el argumento de la lucha contra el cambio climático, el gobierno federal prepara una batería de subvenciones y ayudas públicas, destinadas a empresas con presencia en territorio estadounidense. En total, 370.000 millones de dólares (en torno a un tercio del PIB de España) cuyo objetivo no solo es combatir el cambio climático, sino estimular la fabricación dentro de EEUU. Por ejemplo, se subvencionará con hasta 7.500 euros la compra de vehículos eléctricos fabricados en el país. Esto implica que las marcas extranjeras o las que no produzcan en EEUU se verán expulsadas del mercado al no poder ofrecer precios competitivos.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha advertido de que esta ley forzaría a Bruselas a aprobar subsidios a sus empresas para competir. “Todos hemos oído historias de productores que están considerando…

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