La decisión de la Administración Trump de recortar drásticamente el presupuesto de USAID, su principal agencia para la distribución de ayuda exterior, y de retirar la mayor parte de su financiación global para la sociedad civil, tendrá profundas implicaciones en los Estados árabes del Sur y Este del Mediterráneo.
En 2023, Estados Unidos proporcionó el 23% de la ayuda al desarrollo exterior mundial. En los Estados árabes, entre 2010 y 2023, Estados Unidos aportó más de 28.000 millones de dólares en fondos de emergencia y ayuda humanitaria. Los efectos de esta brutal medida de Washington, que revoca casi 80 años de compromiso bipartidista con la ayuda exterior, serán de gran alcance. La gravedad de estos recortes queda, en cierta medida, disimulada por el hecho de que la ayuda a los ejércitos egipcio, jordano e israelí representaba alrededor del 75% del gasto estadounidense bajo la Administración Biden (una cantidad desproporcionadamente mayor que la destinada a otras regiones del mundo), por lo que quedó fuera del alcance de la motosierra de Elon Musk. La discrepancia entre el gasto en ayuda militar y otras formas de ayuda ha sido destacada por las ONG estadounidenses durante décadas. Como afirma Seth Binder, del Centro para la Democracia en Oriente Medio: “Los miles de millones en ayuda militar, en comparación con los centavos en ayuda a la democracia, realmente ponen en perspectiva la prioridad de los gobiernos estadounidenses, no solo de esta administración, que ha eliminado incluso los centavos”.
Pero, a pesar de esta ecuación, la realidad es que los efectos de los recortes en la ayuda serán graves y de gran alcance. En Siria, el 90% de las actividades humanitarias en los campamentos están financiadas por Estados Unidos, incluidos los vales de comida, las mantas y los artículos de higiene. Según Amnistía Internacional, los recortes…

ChatGPT ralentiza la regulación sobre IA
Carta de América: A las puertas del poder