Desde la sublevación de octubre de 2019, Líbano atraviesa una serie de profundas crisis, tanto económicas como sociales, políticas y, más recientemente, militares, con la guerra entre Hezbolá e Israel. El teatro, como el resto de la sociedad, sufre sus consecuencias. Sin embargo, sigue existiendo, adaptándose e incluso reinventándose. Este artículo explora cómo los artistas y los escenarios reaccionan a estas difíciles condiciones, y también lo que las obras producidas revelan sobre la situación del país y la resiliencia de sus habitantes.
«A pesar de la existencia de algunas comedias ligeras, muchas obras vuelven a abordar la guerra, un tema que sigue siendo central en el teatro libanés, incluso ante un nuevo conflicto en curso»
El tema de la guerra civil de 1975 a 1990 resurge con fuerza. De hecho, a pesar de la existencia de algunas comedias ligeras, muchas obras vuelven a abordar la guerra, una temática que sigue siendo central en el teatro libanés, incluso ante un nuevo conflicto en curso. Varios directores, entre ellos Raymond Gebara, Roger Assaf, Rabih Mroué y Lina Saneh, Joe Kodeih, Betty Taou tel, Lucien Bourjeily, Yahya Jaber, Philippe Aractingi y Georges Khabbaz, revisitan la guerra civil a través de lecturas personales, intentando comprender mejor el presente a través de las heridas del pasado.
Nos centraremos primero en dos obras de autores conocidos sobre todo por el cine y la televisión: Philippe Aractingi y Georges Khabbaz. Después abordaremos la temática de la guerra de otros en el territorio de Líbano a partir de una obra del autor palestino, Awad Awad.
‘Parlons, il est temps’, de Aractingi
Parlons, il est temps es una obra autobiográfica en la que Aractingi, cineasta y actor, explora el lenguaje como me dio para reconstruirse a sí mismo. Todo comienza con una escena sencilla pero cargada de…

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