Los ministros de Defensa de Suecia, Dinamarca, Rumanía, Lituania, Letonia y Canadá, junto con otros funcionarios extranjeros y ucranianos, asisten al acto conmemorativo del 34.º aniversario del Día de la Independencia de Ucrania en la plaza Sofía, el 24 de agosto de 2025, en Kiev, Ucrania. GETTY.

¿De foro a fuerza? El papel emergente del NB8 en la seguridad europea

El NB8, un foro poco conocido que reúne a los países nórdicos y bálticos, se está convirtiendo en un importante motor para el fortalecimiento de la seguridad europea. Sin embargo, se enfrenta a numerosos retos.
Jakob Hallgren y Mark Rhinard
 |  27 de agosto de 2025

Hasta hace muy poco, pocos fuera de los círculos políticos habrían oído hablar del Nordic-Baltic Eight (NB8), el foro discretamente influyente que une a los países nórdicos y bálticos y que ha ganado importancia política desde 2022.

Creado tras la Guerra Fría para guiar a los nuevos Estados bálticos independientes hacia Europa, el NB8 es ahora más visible, ágil y más relevante que nunca. En medio de la guerra de Rusia contra Ucrania, las persistentes dudas sobre el compromiso a largo plazo de Estados Unidos con la seguridad europea y las crecientes tensiones geopolíticas, el NB8 se está posicionando como una nueva fuerza política en el centro de la cooperación regional. Pero a medida que aumentan la visibilidad y las expectativas, también surgen preguntas sobre qué puede ofrecer este grupo informal y si realmente puede hacerlo.

Históricamente, los cinco países nórdicos y los tres bálticos han estado interconectados durante siglos, y el comercio –a través de la Liga Hanseática en la Edad Media– ha desempeñado un papel crucial en sus interacciones. Sin embargo, el vínculo más significativo se formó hacia el final de la Guerra Fría, cuando el Consejo Nórdico se comprometió por primera vez con los parlamentarios bálticos alrededor de 1989.

Los países nórdicos fueron firmes defensores de la independencia de los países bálticos y fueron los primeros en introducir regímenes de exención de visados con ellos. La cooperación oficial comenzó en noviembre de 1991, cuando el Consejo Nórdico asistió a la reunión inaugural de la Asamblea Báltica en Tallin. En 1992 se firmó un acuerdo de cooperación formal entre ambos.

Inicialmente denominado 5+3, el formato pasó a llamarse NB8 en 2000 durante una reunión de los ministros de Asuntos Exteriores del Báltico y los países nórdicos en Dinamarca. Con el tiempo, la cooperación evolucionó y los países nórdicos ayudaron activamente a los Estados bálticos en su integración en la Unión Europea y la OTAN. Esto se ha convertido en una colaboración entre iguales, ya que los tres Estados bálticos se han convertido en economías desarrolladas y prósperas que se acercan a la media de ingresos de la UE.

 

Evaluación de la importancia del NB8

El creciente perfil del NB8 está estrechamente relacionado con los recientes cambios en la política internacional. La invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en 2022 intensificó las preocupaciones en materia de seguridad en el flanco nororiental de Europa, lo que llevó, sobre todo, a la decisión de Finlandia y Suecia de adherirse a la OTAN. El comportamiento agresivo de Rusia en Ucrania provocó nuevas evaluaciones de amenazas y, con los ocho Estados nórdicos y bálticos en la OTAN, se produjo un incentivo históricamente nuevo y contundente para una cooperación regional más profunda. La región es el único territorio de la OTAN que limita directamente con Rusia, con un total de 2555 kilómetros que se extienden desde el mar de Barents hasta el sur de Letonia.

Al mismo tiempo, la postura crítica de la segunda administración Trump hacia la OTAN ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades de los acuerdos de seguridad occidentales tradicionales, lo que ha llevado a los países europeos a dar prioridad a unos lazos regionales más fuertes y a una mayor autosuficiencia. Más aún, el coqueteo abierto del presidente estadounidense Donald Trump con la adquisición formal de Groenlandia, una región autónoma de Dinamarca, ha añadido nuevas y ominosas ambigüedades en cuanto a la integridad territorial de los países del NB8. Además, la creciente influencia global de China se suma a la sensación de incertidumbre geopolítica. En este entorno de competencia entre grandes potencias, el NB8 se ha convertido para los responsables políticos de la región en un marco eficaz, útil y, por lo tanto, cada vez más visible para la coordinación regional, la alineación diplomática y la comunicación conjunta.

 

Iniciativas clave del NB8

En consonancia con su creciente visibilidad, el NB8 ha logrado varios logros concretos, lo que indica un cambio notable en su relevancia política. Dado que el grado de compromiso con el apoyo a Ucrania varía entre los Estados miembros de la UE, los países del NB8 se dieron cuenta pronto, tras la invasión a gran escala de Rusia en 2022, de que todos tenían mucho en común como firmes partidarios de Ucrania. Las encuestas realizadas en los países del NB8 mostraron que la opinión pública apoyaba firmemente la ayuda militar, mientras que los sentimientos prorrusos seguían siendo marginales entre los partidos políticos. Además, todos los Estados del NB8 tienen acuerdos bilaterales de seguridad con Ucrania y existe un fuerte apoyo a la integración de Ucrania en la UE y la OTAN.

Además de las entregas concretas de armas, ayuda humanitaria y financiación a Ucrania, que en febrero de 2025 ascendían a 26 000 millones de euros y que las sitúa a la cabeza a nivel mundial tanto en términos per cápita como en términos absolutos, los jefes de gobierno y de Estado de los NB8 y otros ministros han visitado Ucrania asiduamente, incluido al presidente ucraniano Volodímir Zelenski en varias reuniones y realizado visitas a terceros países para defender la causa de Ucrania. Esto ha demostrado que el NB8 tiene tanto la ambición como la capacidad de actuar como entidad política.

Un ejemplo de ello fue la participación del primer ministro polaco, Donald Tusk, in situ, y del presidente francés, Emmanuel Macron, en línea, en la cumbre nórdico-báltica de la presidencia sueca del NB8 en la residencia oficial de verano del primer ministro sueco, Harpsund, en noviembre de 2024. Esa fue la primera cumbre del NB8 desde 2017. Otro ejemplo fue cuando los ministros de Asuntos Exteriores del NB8 participaron en el “Diálogo Raisina” en Nueva Delhi, India, donde transmitieron un mensaje conjunto en el primer viaje conjunto de promoción del NB8 fuera de Europa.

 

Apoyo firme a Ucrania

Esto también se ha traducido en nuevos comunicados conjuntos en nombre del NB8, como la declaración conjunta de febrero de 2025 en la que los líderes del NB8 afirman que “apoyan plena y firmemente a Ucrania” y que “Ucrania debe ser capaz de prevalecer frente a la guerra de agresión de Rusia, para garantizar una paz justa y duradera”. El hecho de que los países del NB8 hayan emitido este comunicado público apenas unas semanas después del inicio del segundo mandato de Trump, añadiendo que “el resultado de la guerra tendrá efectos fundamentales y duraderos en la seguridad europea y transatlántica”, es indicativo de cómo los países del NB8 evalúan el conflicto como un desafío existencial para la seguridad europea.

El firme compromiso del NB8 con Ucrania también está relacionado con el acuciante debate sobre cómo se debe apoyar al país con garantías si se produce un alto el fuego y si se incluirá de alguna manera el “respaldo” de Estados Unidos a este acuerdo. Aunque es poco probable que el NB8 asuma por sí solo la responsabilidad de una fuerza de garantía para Ucrania, parece dispuesto a desempeñar un papel clave en colaboración con otras grandes potencias europeas si se acuerdan los delicados parámetros fundamentales para dicha fuerza.

Además de su firme apoyo a Ucrania, el NB8 también ha adoptado una postura similar en apoyo de la República de Moldavia. Los ocho ministros de Asuntos Exteriores del NB8 visitaron Chisinau en octubre de 2024 y emitieron una declaración en la que afirmaban que “Moldavia puede contar con el pleno apoyo de los países nórdicos y bálticos”. Añadieron que el NB8 estaba decidido a contribuir a la estabilidad, la seguridad y la prosperidad de Moldavia. El NB8 también ha emitido mensajes similares de apoyo a la ambición de Armenia de profundizar sus lazos con la UE.

La cooperación nórdico-báltica también ha dado lugar a resultados operativos concretos, aunque no haya habido una huella formal evidente del NB8. El lanzamiento, el 14 de enero de 2025 en Helsinki, de la operación marítima de la OTAN “Baltic Sentry” para contrarrestar los presuntos ataques híbridos rusos en el mar Báltico, la decisión del 16 de mayo de 2025 de reformar el Consejo de Estados del Mar Báltico (CBSS) para “responder eficazmente al nuevo entorno de seguridad”, o el incremento de las actividades dentro de la Fuerza Expedicionaria Conjunta (JEF) liderada por Reino Unido, de la que son miembros todos los Estados del NB8, son pruebas de ello.

 

Refuerzo de la resiliencia regional

Entre las actividades menos visibles del NB8, aunque no por ello menos importantes, se encuentra la cooperación en la lucha contra las amenazas híbridas y el terrorismo.

En respuesta a la escalada de amenazas –ciberataques, las campañas de desinformación y el sabotaje de infraestructuras– los países del NB8 han intensificado sus esfuerzos de colaboración para reforzar la resiliencia regional. Esto incluye ejercicios conjuntos de ciberseguridad, mecanismos mejorados de intercambio de información y estrategias coordinadas para proteger las infraestructuras críticas.

Más allá de los resultados políticos inmediatos, los programas de intercambio de funcionarios públicos y el programa de formación para jóvenes diplomáticos del NB8 contribuyen a fomentar el entendimiento mutuo, a profundizar las relaciones entre los países nórdicos y bálticos y promover una cultura administrativa común en toda la región. Estos intercambios no solo mejoran el desarrollo profesional, sino que también contribuyen a la sostenibilidad a largo plazo de la cooperación del NB8. El programa se ha ampliado recientemente para incluir a participantes ucranianos entre 2023 y 2025, lo que refleja el compromiso con una integración regional inclusiva.

 

Retos futuros

Sin embargo, no todo es un camino de rosas para el NB8. A pesar del impulso y sus numerosos logros, el foro se enfrenta a varios obstáculos estructurales y políticos que pueden complicar su eficacia.

Una característica definitoria, pero también una limitación, del NB8 es su naturaleza informal. Sin una secretaría permanente ni una infraestructura administrativa dedicada, la memoria institucional y la continuidad pueden verse afectadas. El liderazgo rota anualmente entre los miembros, lo que significa que las iniciativas estratégicas corren el riesgo de perder impulso o coherencia, especialmente cuando se enfrentan a retos geopolíticos en rápida evolución. Del mismo modo, las decisiones dentro del NB8 se basan en el consenso, lo que, si bien fomenta la unidad, puede dificultar la rapidez de respuesta durante las crisis. Lograr un acuerdo entre ocho países, cada uno con contextos políticos internos y prioridades distintas, puede ralentizar los procesos de toma de decisiones cruciales.

 

«El carácter informal del NB8, su dependencia del consenso y la ausencia de una secretaría permanente pueden obstaculizar su capacidad»

 

Luego está la cuestión de los intereses nacionales divergentes. Incluso las familias más unidas tienen desacuerdos. A pesar de su proximidad y sus historias compartidas, los miembros del NB8 tienen prioridades nacionales diferentes, especialmente en áreas políticas sensibles como la migración, la política fiscal y la gobernanza económica. Estas divergencias pueden provocar ocasionalmente fricciones internas, diluyendo la capacidad del foro para articular posiciones regionales coherentes o actuar con decisión como un bloque unificado.

Otro riesgo sutil es que el aumento de la coordinación del NB8 pueda crear involuntariamente subalianzas competidoras dentro de marcos más amplios, como la UE, la OTAN y el CBSS. Incluso podría haber retos de este tipo para el propio NB8 cuando los miembros de la UE del foro, los llamados NB6, se reúnan para coordinarse antes de las reuniones de la UE. Si bien la cooperación más estrecha del NB8 ofrece claras ventajas a sus miembros, también puede fragmentar la unidad más amplia, complicando las decisiones colectivas y diluyendo potencialmente la voz de las alianzas más grandes o despertando sospechas en ellas. Equilibrar las ventajas de unos lazos regionales más profundos con los intereses más amplios de la UE y la solidaridad transatlántica será una tarea delicada pero necesaria para los líderes del NB8 en el futuro.

A medida que aumenta la visibilidad del NB8, también lo hacen las expectativas, tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, los recursos limitados y las modestas capacidades, que varían entre los países del NB8, pueden impedir que el grupo satisfaga sus ambiciosos objetivos estratégicos. Lo que los teóricos de las relaciones internacionales denominan “brecha entre capacidades y expectativas” plantea un riesgo de decepción tanto entre los Estados miembros como entre los socios externos, lo que podría debilitar la confianza en la futura cooperación y el impacto del foro.

 

Próximos pasos

Dado que el formato NB8 se ha vuelto más relevante que nunca en los ámbitos de la seguridad y la defensa en los últimos años, y dado que las perspectivas geopolíticas para Europa parecen ahora más inciertas que en mucho tiempo, es de suponer que las prioridades futuras del NB8 incluirán estas mismas áreas en las que se ha generado un mayor impulso y en las que aún queda mucho por hacer.

Dinamarca, que ostenta la presidencia rotatoria del NB8 en 2025, se ha dado cuenta, por ejemplo, de que los inesperados obstáculos geopolíticos derivados del interés de Trump por adquirir Groenlandia requieren un compromiso aún más firme con sus aliados y vecinos más cercanos, incluso a través del NB8.

La decisión citada anteriormente de reformar el CBSS para orientarlo más hacia la seguridad y la defensa, con la participación de los socios clave del NB8 y de los pesos pesados europeos, Alemania y Polonia, es una muestra de esta prioridad política.

El valor percibido de la comunicación coordinada y las visitas conjuntas a terceros países probablemente inspirarán más iniciativas similares. Este tipo de acción coordinada refuerza tanto el mensaje como la imagen de la región.

Además, reconociendo la creciente importancia estratégica del NB8, se ha encargado al exsecretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, la elaboración de un informe independiente sobre la cooperación regional en materia de seguridad y defensa. Aunque en un principio estaba previsto que se publicara antes de la cumbre de la OTAN en La Haya en junio de 2025, el proceso sigue en marcha. Se espera que las recomendaciones de Stoltenberg impulsen al foro hacia una mayor integración, la mejora de las capacidades militares conjuntas, estrategias de disuasión más sólidas y una mayor resiliencia frente a las amenazas híbridas. Su participación pone de manifiesto la intención de los NB8 de ampliar significativamente su papel en materia de seguridad en un panorama geopolítico cada vez más conflictivo.

 

Buscando el equilibrio

El NB8 se ha convertido en poco tiempo en un actor más visible en la seguridad regional y la coordinación política. Anteriormente una plataforma poco conocida, ha demostrado su creciente relevancia a través de acciones concretas: un firme apoyo a Ucrania y contra la agresión rusa, una postura coordinada sobre Moldavia, una cooperación intensificada contra las amenazas híbridas y una mayor resiliencia regional a través de iniciativas conjuntas.

Sin embargo, las crecientes expectativas se enfrentan ahora a limitaciones estructurales de larga data. El carácter informal del NB8, su dependencia del consenso y la ausencia de una secretaría permanente pueden obstaculizar su capacidad para responder rápidamente a las amenazas geopolíticas en constante evolución. Las prioridades nacionales divergentes y la posibilidad de fragmentación dentro de alianzas más amplias plantean retos adicionales.

De cara al futuro, el NB8 tendrá que navegar con cuidado entre la tensión que supone profundizar la cooperación regional y mantener la cohesión dentro de marcos más amplios, como la UE y la OTAN. Su capacidad para lograr este equilibrio, al tiempo que gestiona la creciente brecha entre capacidades y expectativas, determinará si puede pasar de ser un foro ágil de Estados afines a una fuerza política y económica duradera para la seguridad europea.

Artículo traducido del inglés de la web de Internationale Politik Quarterly (IPQ).

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