Bajo la perspectiva del crecimiento poblacional, la previsión de avanzar en la calidad de vida para un mayor número de personas pasa por satisfacer un consumo creciente de energía y materiales, pero también por el desarrollo de la tecnología que lo permita. Esto justifica el afán por facilitar el acceso a las materias primas minerales que presentan mayores riesgos para cubrir su demanda.
En principio, las consecuencias y acciones geopolíticas nacen de la desigualdad en la distribución de las materias primas más necesarias. Las actuaciones geopolíticas en el mundo del abastecimiento de materias primas minerales poseen una parte física, es decir, el territorio y su calidad, las peculiaridades de su historia geológica (fundamentalmente geoquímica) y, también, la facilidad de su acceso. Además, cuentan de manera decisiva las condiciones de la propiedad, el espíritu social y medioambiental y la tentación de transformar la fuerte demanda en acciones geopolíticas de diverso grado y sentido.
Minerales de uso político
Del total de minerales explotados globalmente, minerales básicos (cobre, zinc, plomo, níquel, a veces el estaño), energéticos (carbones y uranio), graneles de bajo valor unitario (hierro, manganeso, bauxita, roca fosfatada, sales potásicas), y minerales en uso para las tecnologías modernas, solo estos últimos, pese a ser empleados en pequeñas cantidades y con valor global todavía reducido, parecen susceptibles de ser objeto de política comercial (tierras raras, litio, cobalto, grafito, y otros metales escasos como el indio, germanio, vanadio, molibdeno). Además, la imposición de una velocidad de cambio hacia una situación de bajas emisiones ha actuado como propulsor de su posible utilización con fines geopolíticos.

Incontestable hegemonía de China
Resulta increíble que, dada la fama tradicional de los negocios con China, medioambiental y políticamente, haya sido capaz de situarse estratégicamente en el mapa internacional de los minerales críticos, adelantándose a…
