POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 228

Vista aérea de una instalación de paneles solares fotovoltaicos en el desierto de Gobi, parte del liderazgo global de la República Popular China en tecnologías verdes. (Región de Xinjiang, China, 10 de noviembre de 2025). GETTY

Auge y consecuencias de la tecnología verde en China

El dominio de China en tecnología verde no es accidental. Es la consecuencia de una estrategia calculada para abordar los enormes retos nacionales en materia de medio ambiente y seguridad energética y del impulso de una acción climática global.
Alicia García Herrero
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Como mayor consumidor de energía y emisor de carbono del mundo, el desarrollo económico a largo plazo de China se ha vinculado indisolublemente a su capacidad de innovación y despliegue masivo en el sector verde. La necesidad estratégica de esta transición, impulsada por la de mitigar las graves externalidades negativas y garantizar la independencia energética, fomentó un vasto mercado interno respaldado por el Estado. Este ecosistema protegido funcionó como un crisol, forjando la capacidad industrial que ahora domina la escena mundial.

Dada la importancia de China para los esfuerzos climáticos mundiales, ha surgido una gran cantidad de bibliografía para analizar sus políticas de descarbonización y extraer lecciones para el resto del mundo. Este conjunto de investigaciones confirma que los esfuerzos de China se basan en una estrategia nacional de alto nivel y a largo plazo. La política “doble carbono”, cuyo objetivo es alcanzar el pico de emisiones de carbono antes de 2030 y la neutralidad en carbono para 2060, se identifica como un motor fundamental que ha aumentado significativamente la prioridad estratégica de la innovación ecológica. Esta política se basa en una trayectoria de integración de los objetivos medioambientales en los planes quinquenales del país, siendo el XI Plan Quinquenal un notable plan de desarrollo ecológico temprano.

Estudios clave analizan el complejo conjunto de herramientas políticas de China, que combina amplias directrices nacionales con medidas específicas, como incentivos financieros y programas piloto localizados. La iniciativa New Energy Demonstration City (NEDC), por ejemplo, crea plataformas locales para la innovación ecológica. Las investigaciones empíricas indican que la política NEDC impulsa la innovación ecológica de las empresas y reduce la intensidad energética a nivel empresarial mediante mejoras tecnológicas. Sin embargo, el impacto de la política no es uniforme, ya que muestra efectos más pronunciados en las ciudades basadas en los recursos y…

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