Vladislav Zubok, profesor de Historia Internacional en la London School of Economics, ha logrado lo que parecía imposible: encandilarnos, como si de algo nuevo se tratara, con una original y brillante reflexión sobre la Guerra Fría.
Por muchos libros que hayamos leído sobre el sistema internacional vigente en la segunda mitad del siglo XX, éste, como el de Sergey Radchenko (To Run the World), que vio la luz seis meses antes, ofrece una perspectiva distinta de la que encontramos en casi todas las investigaciones sobre el tema: la perspectiva rusa.

The World of the Cold War: 1945-1991
Vladislav Zubok
Pelican, 2025
544 págs.
“La Guerra Fría para la mayoría (en Occidente) fue siempre una batalla existencial entre la democracia capitalista y el comunismo totalitario”, advierte el autor. “El conflicto solo podía terminar cuando uno de los dos bandos se rindiera y muchos creen que Occidente, liderado por Estados Unidos, acabó derrotando a la Unión Soviética gastando mucho más”.
La gota final habría sido la Iniciativa de Defensa Estratégica del presidente Ronald Reagan, más conocida como “guerra de las galaxias”, y la tecnología –la cuarta revolución industrial– que la hizo posible, en la que la URSS, por su negación de la libertad individual, imprescindible para la innovación y el progreso, no podía competir. Al llegar al poder en 1985, Mijaíl Gorbachov lo reconoció –“la URSS es un tren descarrilado” – y buscó la salvación en la perestroika y la glasnost.
«La Guerra Fría, para la mayoría en Occidente, fue una batalla existencial entre la democracia capitalista y el comunismo totalitario»
“Hay mucho de verdad en ese relato”, añade Zubok, “pero es una versión demasiado determinista, reflejo del punto de vista del vencedor. Los lectores curiosos pueden preguntarse por qué el capitalismo no prevaleció en los…
