Cuando desde Política Exterior me plantearon escribir una reseña de un libro “clásico” sobre China, me surgieron dudas. China ha atraído una gran atención y ha generado una amplia lista de académicos de calidad que la han estudiado desde diferentes perspectivas. No era fácil la elección del libro. Pero me decanté por el de Jonathan D. Spence, The Search for Modern China.

The Search for Modern China
Jonathan D. Spence
WW Norton & Co, 1990
984 págs.
Spence (1936-2021) realiza un amplio repaso de la historia de China, desde las postrimerías de la dinastía Ming a principios del siglo XVII, hasta prácticamente nuestros días. Esa perspectiva permite al autor comprender y explicar a los lectores cómo es la China de nuestros días. En el prefacio de la primera edición de su libro (publicado en 1990) decía: “No hay una manera fácil de entender China, del mismo modo que no hay una manera fácil de entender ninguna cultura, ni siquiera de entendernos a nosotros mismos. Pero merece la pena intentarlo, porque la historia de China es asombrosa y tiene mucho que enseñarnos. La tesis de este libro es que, para intentar comprender la China actual, necesitamos conocer la China del pasado”. Como se escribió en la reseña de la primera edición del libro publicada por The New York Times en 1990, “el tema central es la problemática búsqueda de identidad de China en el mundo moderno”.
«El libro defiende que, para intentar comprender la China actual, necesitamos conocer la China del pasado»
El porqué es necesario comprender China no requiere muchas justificaciones. Ahí está el tamaño de su población, su papel dominante en la economía y el progreso tecnológico del mundo durante muchos siglos (China inventó la pólvora, la imprenta, la brújula…) y las turbulencias y crisis…

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