La estrategia de los fondos chinos
En un contexto internacional cada vez más incierto, si algo parece indiscutible es el papel de primer orden que tienen dos potencias: Estados Unidos y la República Popular China. Ahora bien, mientras que Estados Unidos cuenta con un sistema que, en principio, asumimos como bien conocido, en torno a China aparecen muchos más interrogantes, incluidos los que se refieren a las estrategias y mecanismos que le han permitido ascender a su actual estatus de potencia. Aun cuando hay un amplio consenso en que la capacidad de China para adaptarse a un sistema internacional que no ha diseñado y que no respondía a sus preferencias ha sido clave para su ascenso, no somos conscientes de que ha hecho gala de esa capacidad de adaptación, incluso en ámbitos tan complejos como el del sistema financiero.
El libro sobre los fondos soberanos de Zongyuan Zoe Liu viene a llenar esa laguna de conocimiento y lo hace con enorme detalle y maestría. Consta de cinco capítulos tras una introducción donde explica la noción de los fondos soberanos, su irrupción en el sistema financiero internacional, el uso que se les ha dado y su aparición en China, donde tienen características distintas a las de los fondos existentes en los Estados del Golfo, que es donde aparecieron inicialmente.
Liu destaca que los fondos soberanos son utilizados por el Partido Comunista Chino para fomentar la actividad económica nacional y crear esferas de influencia en todo el mundo. Desde que el presidente Xi Jinping asumió el cargo en 2012, China ha redoblado sus esfuerzos en materia de política financiera, realizando inversiones con los fondos soberanos que ha acumulado apalancando sus reservas de divisas.
El primer capítulo del libro detalla la evolución de la percepción china sobre las reservas de divisas, desde su prohibición e inexistencia –en consonancia con lo que ocurre con buena parte del sistema bancario y financiero chino en los primeros años tras la proclamación de la República Popular, y en particular, en el contexto de la Revolución Cultural– hasta la creciente acumulación de las reservas, especialmente desde la década de los ochenta del siglo pasado. El capítulo culmina con la explicación acerca de los usos que China irá dando progresivamente a esas reservas de divisas.
«El libro sobre los fondos soberanos chinos viene a llenar una gran laguna de conocimiento y lo hace con enorme detalle y maestría»
Los siguientes capítulos están dedicados a la explicación de los dos principales instrumentos con que cuenta la República Popular China en este ámbito. El capítulo 2 permite conocer la naturaleza y funcionamiento de Central Huijin, una suerte de empresa de propiedad cien por cien estatal establecida con el fin de gestionar las reservas de divisas para contribuir a la reestructuración del sistema bancario y financiero chino y recapitalizar aquellas instituciones financieras que lo precisaran. Por otra parte, el capítulo 3 da cuenta del papel de China Investment Corporation, llamada a facilitar el empleo de las reservas de divisas para el fomento del desarrollo y para diseñar una estrategia de inversiones que favoreciera las prioridades estratégicas chinas, incluidas las relacionadas con la iniciativa de la Franja y la Ruta.
A continuación se aborda el papel de la State Administration on Foreign Exchange, un entramado más opaco pero que, de la mano de una red de fondos, permite la canalización de las inversiones chinas hacia los más variados sectores estratégicos.
El último capítulo aporta una valoración respecto de la medida en que el empleo de estos fondos ha contribuido a la capacidad geoeconómica china y, analiza cómo los fondos soberanos se han convertido, sin haber sido concebidos inicialmente para ello, en instrumentos de la agenda geopolítica y de proyección de influencia de la República Popular.
El trabajo de Zongyuan Zoe Liu es, en definitiva, minucioso y, en ocasiones, muy técnico, pero resulta imprescindible para los especialistas que deseen profundizar en un instrumento de proyección de influencia hábilmente utilizado por China, pero tremendamente desconocido.

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