A pesar del caos que se apoderó de Kabul cuando las milicias talibanes tomaron la capital afgana el 15 de agosto, las embajadas de China, Rusia, Irán y Pakistán siguieron abiertas y funcionando con relativa normalidad, en contraste con las de los países occidentales e India, que cerraron las suyas y evacuaron de manera precipitada a sus diplomáticos. La escena anticipa el nuevo orden que reinará a partir de ahora en Asia Central, una versión regional de la doctrina Monroe: “Asia para los asiáticos”.
La última cumbre en julio de este año de la Organización de Cooperación de Shanghái, un foro creado en 2001 y del que son miembros China, India, Pakistán, Rusia y cuatro repúblicas exsoviéticas (Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán), tuvo un asunto prioritario en su agenda: Afganistán. La salida de la OTAN podría convertir al país en un nuevo integrante de la organización, que no es la…

Diez años del Proceso de Barcelona. La sociedad civil opina
El factor turismo, impacto de infraestructuras y pymes
#ISPE 1074. 12 marzo 2018
#ISPE: Xi planta una pica en Italia