INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1299

EEUU-Oriente Próximo: Apuntes de una relación cambiante

Garantizarse el acceso a los hidrocarburos, controlar las rutas de aprovisionamiento e impedir que Moscú adquiriese una posición ventajosa fueron desde la Segunda Guerra Mundial las bases de la política de Estados Unidos en Oriente Próximo. Las potencias regionales buscan hoy nuevas alianzas en un escenario internacional transformado.

Los fundamentos geopolíticos de EEUU en Oriente Próximo muestran cada vez con mayor claridad sus límites. Israel, Arabia Saudí e Irán, elegidos como socios preferentes en el siglo XX para contrarrestar a Rusia, necesitan y buscan la confianza y el acercamiento a otros socios comerciales, potenciales inversores y hasta suministradores de material defensivo. La presencia de Washington y sus dependencias derivadas se entienden hoy de manera totalmente distinta.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial quedó claro que Washington sustituía a Londres como líder indiscutible en Oriente Próximo, y que el pilar principal de la relación se establecía en torno a un esquema: el mantenimiento de un statu quo fundamentado en evitar que la Unión Soviética se situara con ventaja en la región, y en asegurar el control de las principales fuentes de aprovisionamiento de hidrocarburos y de las correspondientes vías de tránsito. Para asentar dicho esquema, EEUU eligió…

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