INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1418

El eje Moscú-Pekín, un nuevo pacto de acero

El protagonismo de Xi Jinping como invitado especial de Vladimir Putin en el desfile militar en la Plaza Roja por el 80 aniversario de la derrota de Alemania en 1945 mostró con claridad la solidez de las relaciones sino-rusas. Un vínculo que por mucho que se esfuerce Trump no será fácil de romper.

La Guardia de Honor del Ejército Popular chino desfiló por tercera vez tras los de 2015 y 2020.  Durante las celebraciones, Putin se sentó junto a Xi y se inclinó con frecuencia para hablar con él a través de sus intérpretes. Tras la invasión rusa de Ucrania en 2022, las celebraciones pasaron a ser más discretas, con menos tanques y sin líderes extranjeros.

Este año, sin embargo, además de Xi estuvieron el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y los de Eslovaquia, Serbia, Egipto, Vietnam, Cuba y Venezuela, entre otros 15 países, la mayoría exsoviéticos. Ante la tribuna desfilaron misiles balísticos Iskander, drones, lanzacohetes Tornado-S, sistemas lanzallamas pesados TOS-2 Tosochka y los misiles Yars con capacidad nuclear.

El Día de la Victoria siempre ha sido uno de los más importantes rituales patrióticos rusos, pero desde la invasión de Ucrania, la fecha ha cobrado una renovada importancia para el régimen de Putin. En este despliegue de poderío militar y de exaltación nacionalista, Kiev juega hoy el papel del Berlín nazi.

Los gestos de agradecimiento a Xi del presidente ruso estaban más que justificados. Moscú no hubiese podido sostener su esfuerzo bélico sin los semiconductores y la maquinaria avanzada que China ha vendido a la industria de defensa rusa. En 2024 el comercio bilateral superó los 237.000 millones de dólares.

El gigantesco mercado del dragón –de 7,0 billones de dólares, frente a los 18,8 de EEUU y los 10,1 de la UE– ha absorbido sin problema sus exportaciones: hidrocarburos, minerales, trigo, fertilizantes… Rusia es hoy el primer proveedor de China de petróleo y el segundo de gas. Casi toda su tecnología importada es “Made in China”. BYD y Gelly ya tienen el 61% del mercado ruso de automóviles, frente al 9% de 2021.

Durante el régimen de Mao Zedong…

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