En su informe de previsiones (World Economic Outlook, WEO) publicado la semana pasada, el Fondo Monetario Internacional anticipa un crecimiento de las exportaciones globales del 3,6% este año (una décima más que en 2024), y un 2,3% adicional en 2026. Además, revisa al alza sus proyecciones para este año y el próximo, en 1 y 0,4 puntos porcentuales, respectivamente.
DHL ofrece una lectura distinta: en lugar de medir el comercio total, analiza los flujos entre bloques, y detecta un incipiente agrupamiento entre aliados. Las relaciones comerciales China-EEUU han pasado de 3,5% del total de exportaciones en 2021 a 2,2%; y el comercio entre los países de ambos bloques, de 13,4% a 10,2%.
En este contexto de bloques, los nuevos países “no alineados” tienen una oportunidad singular para jugar a tres bandas. Los dos mayores exponentes de este grupo son Brasil e India. Ambos forman parte de los BRICS, pero mantienen sólidos vínculos con los países occidentales. En particular, India se posiciona como la gran apuesta de Washington como una alternativa a China para producir a bajo coste.
Ambos países celebrarán esta semana una reunión de alto nivel en Nueva Delhi para estrechar sus lazos económicos y ampliar el espacio comercial a terceros. Se trata del ejemplo más ilustrativo del realineamiento geoeconómico tras la guerra comercial impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. China ya generaba incomodidad a estos grandes emergentes por su política económica agresiva y ahora EEUU tampoco se percibe como un aliado fiable.
Los presidentes Narendra Modi y Lula da Silva aprovechan su buena sintonía para impulsar una vía que sirva como alternativa al mundo bipolar. A la cita no solo acudirán altos responsables políticos de ambos países, sino también responsables empresariales para firmar nuevas alianzas. En la delegación brasileña viajan ejecutivos del gigante petrolero…
