INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1426

Integración: lecciones asiáticas y africanas

A pesar de décadas de esfuerzos y una larga serie de acuerdos comerciales, América Latina y el Caribe sigue siendo la región menos integrada del mundo. En 2024, según la UNCTAD, su comercio intrarregional apenas rondó el 14% de sus intercambios exteriores, frente al 68% en la UE, el 38% en América del Norte y el 22% en los 10 países de la Asean.

La fragmentación impide a la región aprovechar el potencial de sus abundantes recursos naturales, situación geográfica y participación en las cadenas de suministro globales. La paradoja es que ALC alberga una decena de bloques –ALADI, CAN, Mercosur, Alianza del Pacífico, CARICOM…–, ninguno de los cuales ha logrado traducir sus mandatos en resultados ni tampoco en una mayor cohesión económica.

La sintonía y voluntad políticas, muy condicionadas a afinidades ideológicas,  son necesarias, pero no suficientes. En Prisoners of Geography (2017), Tim Marshall señala que, así como la geografía de EEUU fue decisiva para su conversión en una superpotencia, la de sus vecinos sureños –que habitan cinco regiones climáticas surcadas por cordilleras, selvas y desiertos– los condenó al aislamiento.

En su punto de mayor amplitud –entre Belém do Pará (Brasil) y Paita (Perú)– hay 5.150 kilómetros de vastos territorios mal comunicados, lo que hace de Suramérica un continente demográficamente hueco. La…

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