INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1217

Irán-EEUU: Buscar un nuevo punto de arranque

Tras la ruptura estadounidense de un acuerdo que Irán estaba cumpliendo, Teherán vuelve a tener 12 veces más uranio enriquecido que el inicialmente permitido. Parece probable que Washington termine por dar el primer paso para reconducir la negociación.

Descartada, por imposible, la opción militar para impedir que Irán siga adelante con su programa nuclear y fracasada la estrategia de “máxima presión” aplicada por Donald Trump, le corresponde ahora a Joe Biden tomar el relevo para intentar evitar que Teherán traspase una línea roja de imprevisibles consecuencias. Y aunque todavía no hay hechos que permitan el más mínimo relax, se detectan algunas señales que apuntan a la voluntad de explorar la posibilidad de volver a un compromiso mutuamente aceptable.

A este punto se ha llegado, no cabe duda, por el empeño de Trump –con el notorio respaldo de Israel y Arabia Saudí– de incumplir el acuerdo nuclear firmado por su antecesor Barack Obama en julio de 2015, junto a Alemania, China, Francia, Reino Unido y Rusia. A pesar de que Irán cumplía escrupulosamente todas sus obligaciones, según el propio Organismo Internacional de Energía Atómica, en mayo de 2018 Washington decidió desentenderse del acuerdo y volver a imponer sanciones unilaterales (presionando al mismo tiempo al resto de la comunidad internacional para que se sumara a ese equivocado camino). Y, aún así, Teherán siguió ajustándose a lo pactado hasta un año después, cuando constató que el resto de firmantes ni lograron…

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