La reciente visita de la primera ministra italiana Giorgia Meloni a Washington podría ser un punto de inflexión en las complejas relaciones transatlánticas. Su misión consistía en lograr rebajar las tensiones comerciales, especialmente tras el impuesto del 20% sobre importaciones europeas (por el momento congelado). La líder italiana sabía bien que, aunque su capacidad para influir directamente en las decisiones comerciales entre Bruselas y Washington era limitada, su relación personal con Donald Trump podía convertirse en una valiosa palanca diplomática.
Durante el encuentro en el despacho oval, Trump aceptó su invitación para visitar Roma, donde ha abordado en una “constructiva conversación” con Irán algunas cuestiones de su programa nuclear. La primera ministra italiana busca aprovechar esta futura visita para facilitar un acercamiento entre el líder estadounidense y representantes de la Unión Europea, incluidos potencialmente Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y otros líderes europeos.
Trump se…

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