A lo largo de tres meses de guerras arancelarias y amenazas de anexiones del territorio canadiense, Trump hizo saltar por los aires los antiguos equilibrios políticos internos del país vecino. Trump había propuesto en varias ocasiones revisar el tratado de 1908 que fijó la frontera entre los dos países norteamericanos, la más larga del mundo sin fortificar.
La inédita reacción nacionalista que provocó en el que se consideraba el primer Estado “posnacional” propició el cuarto mandato consecutivo de los liberales, algo muy poco común en la historia del país. El liderazgo firme y reacional de Mark Carney ha triunfado. Por primera vez desde 1930, los dos principales partidos concentraron el 80% de los votos. Los demás fueron barridos en las urnas. El izquierdista NDP bajó de 25 a siete escaños y el separatista Bloc Quebecois (BQ) de 32 a 23.
La ultraderecha quedó por debajo del 1,0%. El mayor avance…