INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1316

Oriente Próximo: China, cada vez más presente

El acuerdo entre Arabia Saudí e Irán propiciado por Xi Jinping le sirve a Pekín para matar varios pájaros de un tiro: presenta a China como un actor globalmente responsable, reduciendo la tensión en una región estratégica, al tiempo que mina el liderazgo de Estados Unidos en Oriente Próximo, una región cada vez más fuera de la órbita de influencia de Washington.

No fue un mero formalismo que el anuncio del acuerdo entre Arabia Saudí e Irán se produjera en Pekín, aprovechando el cierre de la XIV Asamblea Popular Nacional. El acuerdo por el que Riad y Teherán se comprometen a restablecer sus relaciones diplomáticas, tras siete años de paréntesis, es el resultado de un esfuerzo en el que confluyen los intereses de los tres protagonistas. A la espera de lo que ocurra en la práctica, el anuncio sirve a China para apuntalar su influencia en una región que clave para sus intereses.

En cuanto a las motivaciones que han llevado hasta la declaración del 10 de marzo, para Irán, el acuerdo sirve, en primer lugar, para frenar la deriva saudí, cada vez más próxima a Israel –planteándose incluso un reconocimiento que ya han aceptado otros países árabes–. Teherán es consciente, asimismo, de que le interesa reforzar sus vínculos con Pekín. China…

PARA LEER EL ARTÍCULO COMPLETO