La victoria le concede una nueva oportunidad para relanzar su liberalización de la economía argentina, asfixiada por un Estado hipertrofiado desde los tiempos de Juan Domingo Perón. La debilidad crónica del país es la indisciplina fiscal. Milei prometió remediar el problema de la deuda, que anteriores gobiernos abordaron imprimiendo dinero para cubrir la diferencia. El de Milei ha logrado el primer superávit fiscal en 14 años.
El gobierno hubiese considerado un 30%-35% un resultado satisfactorio. Milei llegó al poder en 2023 con escasa representación parlamentaria, sin gobernadores provinciales propios y un equipo sin experiencia en política. Ahora La Libertad Avanza (LLA) es una fuerza nacional que se impuso en 16 de las 24 provincias, mientras que Fuerza Patria, la coalición peronista (31,7%) perdió en 18.
Todo ello refuerza el capital político de lo que Milei llama “las fuerzas del cielo”. En la noche del triunfo, el presidente salió con corbata y pronunció su discurso de agradecimiento, ofreciendo consenso y diálogo, siguiendo al pie de la letra las instrucciones que recibió en la Casa Blanca.
Los 40.000 millones de dólares que le prometieron Donald Trump y su secretario del Tesoro, Scott Bessent, marcaron un antes y un después en la campaña electoral. Garantizaron una cierta estabilidad, al menos temporal, que Milei quiere aprovechar para aprobar las reformas laboral, tributaria y previsional que considera imprescindibles, con el apoyo de partidos centristas y provinciales más pequeños y moderados.
Desde diciembre, LLA contará con 101 diputados en vez de 37 entre propios y afines y en el Senado pasará de seis a 20, en el Congreso más reformista de la historia reciente. Sucesivos gobiernos no peronistas no pudieron vencer la inercia clientelista del peronismo. Esta vez en el Senado, los peronistas perdieron ocho escaños, pasando de 30 a 22, lo que les…
