En la reunión de 2007 en Aparecida (Brasil) de la conferencia episcopal regional (Celam), el entonces arzobispo de Buenos Aires que presidió la comisión que redactó su declaración final, se ganó la gratitud –y lealtad– de sus obispos. El Celam es un caso excepcional. Es quizá la única institución que actúa con cierta cohesión y coherencia en una región que alberga al 39% de los católicos del mundo, pero con una grey cada vez más menguante.
Algunos creyeron que el fervor por el primer papa del Nuevo Mundo se traduciría en templos llenos de fieles que no iban a misa desde niños. Nada de ello ocurrió. En 1990, según Latinobarómetro, el 70% se decía católico, frente al 80% en 1995, el 70% en 2010 y el 57% en 2020. La caída no se detuvo en los 12 años de Francisco Bergoglio.
En sucesivos consistorios no dejó de aumentar el…