INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1341

Una locomotora sin combustible

Alemania se ha convertido en ‘la enferma de Europa’. Construyó un modelo de crecimiento basado en la contención de costes, la especialización en exportar a China y la energía barata de Rusia. Sus motores se han quedado sin energía en un mundo en el que los líderes compiten en las tecnologías de la información.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado sus previsiones de crecimiento para Alemania hasta el -0,5%. Se pasará todo el año en recesión económica, según sus cálculos, lo que le convertirá en uno de los peores países del mundo en 2023. La situación mejorará solo levemente en 2024, ya que registrará un pírrico crecimiento del 0,9%. Esto significa que Alemania vivirá prácticamente en estancamiento los tres años posteriores al inicio de la invasión de Ucrania.

El pobre desempeño alemán no solo es consecuencia de la guerra casi a sus puertas, sino también de una planificación económica que se ha mostrado equivocada para el mundo actual. El país ha fiado su éxito económico a la demanda externa y la contención de costes, apuestas equivocadas que ahora está pagando.

Después de décadas de control del consumo doméstico y la inversión, Alemania se ha quedado sin músculo para generar su propio crecimiento económico….

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