Durante dos décadas China ha realizado una política comercial muy agresiva para ganar cuota de mercado global en casi todas las materias primas. Para ello ha contado con cobertura legal internacional, gracias a su entrada en la OMC en 2001 y la consecución de la cláusula de nación más favorecida. Asimismo, China ha utilizado costes laborales y regulatorios bajísimos, y utilizado algunas artimañas de ayudas públicas para hacer dumping y laminar la competencia exterior. El resultado es que hoy la República Popular es el protagonista indiscutible en la producción de muchos bienes básicos mundiales. Sin embargo, en los últimos meses ha cambiado su estrategia comercial en algunas mercancías clave como los fertilizantes, el acero o la carne de cerdo. En vez de incentivar las exportaciones, está haciendo lo opuesto, dificultarlas, para que los productos se queden en el país ante el incremento de la demanda interna.
China ha ordenado a…

Crece la tensión en el mar Rojo
Integración y desintegración europea. Bélgica en la encrucijada
El difícil camino para la paz en Colombia
Por qué, esta vez, parece distinto
Vecinos distantes
La UE, ¿juguete o actor geopolítico?
Bajadas de tipos: menos y más lentas
Estados Unidos, China y la lógica del conflicto en Asia
Una nueva era militarista
Cuarenta años y sumando
El eje de la convulsión
Reequilibrar el gasto militar en favor de la seguridad humana
Primarias y plebiscitos: personalismos en campaña
Droga y violencia: más allá de la corrección política
Una nueva y distorsionada visión del mundo