China quiere cambiar el orden político internacional. Sostiene que ese orden fue creado por Occidente después de la Segunda Guerra Mundial y al final de la Guerra Fría, cuando Estados Unidos era la potencia hegemónica. Pero el mundo de hoy no es el de 1945 ni el de 1989. El orden internacional debe ser modificado para reflejar el nuevo equilibrio de poder, marcado por el ascenso de China.

Para sus dirigentes, el peso económico y político de China altera la relación de fuerzas existente hasta ahora. Señalan que la propia Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos define a China como el único competidor de EEUU que tiene tanto el propósito de transformar el orden internacional como el poder para avanzar hacia ese objetivo. Xi Jinping suele decir que se están produciendo “profundos cambios que no se han visto en un siglo”. En un discurso ante el Foro virtual de Davos, declaró que el mundo se encuentra en un nuevo ciclo histórico.

Nuevo ciclo histórico

Junto con el ascenso de China, el Partido Comunista chino subraya el debilitamiento de Occidente. Esta idea fue tomando fuerza tras la crisis económica de 2008, que China capeó con éxito mediante un programa de gasto público. Muchos chinos empezaron a cuestionar la superioridad económica y política de los países occidentales, que hasta entonces era aceptada por la mayoría. Esa tendencia se acentuó con la crisis del euro, el auge de los populismos en Occidente y el Brexit.

Durante la pandemia de la Covid-19, el departamento de propaganda del Partido comparó los millones de muertos en Estados Unidos y en Europa y la prolongada paralización de sus economías con el control de la enfermedad dentro de China y su rápida recuperación económica. Omitieron naturalmente su propia responsabilidad en la aparición del virus,…