La victoria en las elecciones presidenciales de 2000 en Taiwan del candidato de la oposición abre una nueva fase en las relaciones de la isla con China, donde todavía no se descarta recurrir al uso de la fuerza. La consolidación de la democracia taiwanesa y la prosperidad de su economía hacen aumentar su alejamiento del continente.
POLÍTICA EXTERIOR > NÚMERO 75


La Unión Europea y China: un futuro incierto
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Condenados a entenderse