El precio del petróleo es uno de los elementos considerados por la opinión pública como signo de prosperidad o de riesgo en función de si aumenta o disminuye. En la actualidad, dentro de una tendencia a mantenerse bajo, el precio permanece relativamente estable. En esta situación, nadie se pregunta si este estado de cosas es normal ni cuánto puede durar. A decir verdad, se han hecho tantas previsiones sobre el precio del petróleo en los últimos veinte años que resulta ya imprudente pretender hacer pronósticos. A lo sumo, podemos tratar de analizar en mayor profundidad sus rasgos actuales, situando en su perspectiva histórica y económica el problema del precio del petróleo.
Al contrario de lo que cabría pensar, el precio del petróleo no ha sido siempre inestable. Hasta la fecha tan sólo ha conocido dos períodos de fuertes variaciones. El primero, cuando el petróleo únicamente se utilizaba para el alumbrado, se extiende desde el descubrimiento del coronel Drake hasta finales de los años 1870. En cuanto al segundo, comienza a principios de los años setenta de este siglo, tras 25 años de un fuerte crecimiento del consumo.
Entre estos dos períodos, el precio del crudo no experimentó más que variaciones débiles. Durante más de 30 años, a partir de 1875, Rockefeller controló el mercado con la Standard-Oil. Después, tras la disolución de la Standard-Oil en 1911 y debido también a la Primera Guerra Mundial, el precio marcó una tendencia al alza llegando a alcanzar su punto máximo en 1920, aunque hay que señalar que este aumento fue solamente de unos cuantos dólares. A lo largo de los decenios precedentes habían surgido otras compañías además de la Standard-Oil. Por iniciativa de Shell, la Standard-Oil, la Anglo-Iraní y ella misma, firmaron en 1928 el acuerdo de Achnacarry.
En una declaración preliminar, los…
