Es cierto que la consolidación del mercado conlleva riesgos indudables por las ineficiencias que puede generar, pero sacrificar la creación de grandes empresas ha supuesto un importante paso atrás para el Viejo Continente, que ahora trata de enmendar.
Mientras Europa peleaba por frenar la concentración empresarial, en Estados Unidos y China surgían grandes empresas tecnológicas que, aprovechando su fortaleza financiera, se han hecho con el control del mercado. Google, Amazon, Apple, Facebook, Alibaba, Baidu, Xiaomi, etcétera, no solo dominan sus negocios nacionales, también son los nuevos “dueños del mundo” en los sectores más punteros.
Europa ha perdido el tren tecnológico. Grandes corporaciones como Nokia, Ericsson o Siemens han cedido el testigo a sus competidoras chinas y estadounidenses. Una de las decisiones más sonadas fue el veto de la Comisión Europea a la fusión de Siemens y Alstom, que hubiese resultado en la creación de uno de los mayores grupos industriales del mundo. La Comisión acabó con el sueño de Alemania y Francia de lograr un campeón europeo del ferrocarril para competir a nivel global en este medio de transporte, que está en pleno auge en Asia.
«En Europa hay cuatro grandes campeones nacionales en el sector de las ‘telecos’:…

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