La regeneración africana requiere el establecimiento de una sólida alianza de intereses de pueblos libres. La connivencia con democracias de partido único y tiranías longevas y crueles socava los principios de la civilización europea. Libre comercio, desarrollo y libertad son compatibles.
Europa y África son continentes vecinos; sus economías se complementan; comparten sus lenguas principales y seis siglos de historia. Elementos, aislados o en su conjunto, que deberían ser suficientes para articular una relación sólida. Sin embargo, un análisis realista, al margen de tópicos establecidos, revela que son más determinantes los factores divergentes. Su cotejo resulta, pues, necesario en el ineludible esfuerzo de trazar nuevos puentes que satisfagan las aspiraciones y necesidades de sus poblaciones en este siglo.
La raza es uno de ellos. Esencial durante los siglos de esclavismo y colonización, perdió su fuerza disgregadora como consecuencia del nuevo Humanismo surgido de la victoria de las democracias sobre la barbarie hitleriana. Pero resurge. Imposible soslayar y frivolizar un fenómeno que incide en la política interior y exterior europea. La pujanza del flujo migratorio impulsa el crecimiento de partidos y movimientos sociales xenófobos, e influye en la adopción de normativas que afectana millones de africanos. Se percibe una Europa en pugna consigo misma, que se debate entre los altos niveles de tolerancia alcanzados y el instinto de autoprotección. Europa se blinda contra los africanos: las medidas adoptadas por Francia, Italia, Grecia o Bulgaria, así como la propia Unión Europea, tienen como consecuencia tragedias como las que se suceden con regularidad cíclica en la isla de Lampedusa, en Canariasy al sur de la península ibérica; las acciones “disuasorias” españolas –expulsiones irregulares, inhumanas condiciones en los centros de internamiento de extranjeros, vallas construidas con concertinas, negación de asistencia sanitaria con resultado de muertes– vulneran de modo sostensible derechos elementales pero fundamentales y…

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