En su reunión de junio, celebrada en Riad, los países del grupo acordaron mantener el recorte de la producción en casi 6 millones de barriles diarios. En total, cerca del 5,7% de la demanda mundial. El cártel de países petroleros sigue preocupado por el devenir de los precios: antes de la reunión, la cotización del Brent llegó a caer por debajo de los 80 dólares.

Esta decisión consiguió estabilizar la cotización cerca de los 82 dólares el barril, y confían en mantener un suelo para los precios superior a los 80 dólares. Sin embargo, cada vez más miembros de la OPEP+ están nerviosos por su pérdida de cuota de mercado. De hecho, a pesar de la unidad mostrada al público, la realidad es que algunos miembros del cártel están a punto de abrir el grifo del crudo. El motivo es que van a revertir, a partir del próximo otoño, los recortes voluntarios que están aplicando algunos países, Arabia Saudí entre ellos, desde el pasado año.

Una vez superado el pico de precios que se experimentó durante los primeros meses de la invasión de Ucrania, cuando el Brent llegó a superar los 120 dólares, los países de la OPEP se enfrentan a un escenario muy complicado. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicó un informe la semana pasada en el que anticipa un excedente “asombroso” de petróleo en el mundo para el próximo lustro.

Finalmente, podemos ver cómo la transición ecológica está dando sus frutos y la demanda de petróleo está llegando a su techo. La AIE calcula que este pico se alcanzará hacia finales  de  la  década  de los veinte y en los  treinta  se  producirá una caída paulatina y constante del consumo de crudo. El organismo ya anticipa el fin de los precios altos del crudo y, lo…