POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 149

Las dos almas de Ucrania: el cangrejo y el futuro

Desde la independencia en 1991, Ucrania vive entre avances y retrocesos democráticos. Una parte del país mira a Rusia y otra a una UE pendiente de lo que voten los ucranianos el 28 de octubre.
Jesús López-Medel
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Ucrania se encuentra, una vez más, llena de interrogantes internos y externos. Si en 1991 las tres repúblicas eslavas entonces soviéticas, Rusia, Ucrania y Bielorrrusia, pusieron la puntilla a la descomposición de la Unión Soviética en el llamado Tratado de Belovesh el 8 de diciembre de ese año, el panorama democrático de las tres ha evolucionado de modo negativo. 

Pero hay algo que diferencia a Ucrania de los Estados nacidos tras la desintegración de la URSS (salvo los bálticos). En Rusia, tras la efímera primavera de la libertad vivida durante una parte de los mandatos de Mijail Gorbachov y Boris Yeltsin, la regresión democrática protagonizada por Vladimir Putin desde 2000 ha sido evidente. En el caso de Bielorrusia, Alexander Lukashenko gobierna, casi desde un primer momento, con un estilo genuinamente soviético en un país definido como “la última dictadura europea”. Ucrania es peculiar, pues es el único país exsoviético donde se ha producido no uno sino dos relevos presidenciales a través del cauce electoral. 

Al margen de las repúblicas bálticas, de Georgia y ahora Moldavia, que vuelan por sí mismas, en la mayoría de los Estados surgidos tras la caída del bloque soviético el inmovilismo político ha sido la norma desde 1991, con permanencia en ocasiones de los mismos dirigentes –o de sus hijos–. Frente al estancamiento previo, Ucrania ha actuado desde 2004 como un cangrejo, combinando pasos adelante con otros atrás en su andadura hacia la libertad. El país ha experimentado algo parecido a un lost in transition, según la politóloga rusa Lilia Shevtsova.

Hasta 2004, el presidente Leonid Kuchman dirigió el país por cauces comunistas y de concentración de poder, hasta que en las elecciones de octubre de ese año pretendió dar paso a su primer ministro, Viktor Yanukovich. Frente a él se alzaba el “bloque naranja” liderado…

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