a cercanía geográfica y la historia compartida no siempre proporcionan el buen entendimiento entre países. Gran parte de los problemas entre Marruecos y España se superarían si ambos fuesen capaces de fortalecer el tejido económico que los acerca y que debería unirlos.
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¿Una cumbre para la historia?
Carta de América: Barack Obama y el precio de su bipartidismo ilusorio