Autor: Xavier Crettiez y Bilel Ainine
Editorial: Editions de L’Aube
Fecha: 2017
Páginas: 168
Lugar: La Tour d'Aigues

Soldados de dios

Moussa Bourekba
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Soldats de Dieu, en la línea de las numerosas obras que estudian la ideología de grupos terroristas o que ofrecen diversos testimonios, constituye una contribución especialmente innovadora, porque Bilel Ainine y Xavier Crettiez no solo permiten que los principales interesados, los propios yihadistas, se expresen, sino que también tratan de analizar minuciosamente su manera de pensar. Estas entrevistas con jóvenes franceses encarcelados y condenados por delitos de índole terrorista desmontan un gran número de ideas preconcebidas acerca de los yihadistas, sobre los que se dicen muchas cosas, pero con los que nunca se dialoga.

En primer lugar, los numerosos testimonios rebaten la idea según la cual los yihadistas son ante todo unos “locos de Dios”. Aunque todos coinciden en afirmar que los textos sagrados son religiosos y políticos, defienden un enfoque científico de los versículos coránicos y se muestran críticos con aquellos que siguen a pies juntillas los textos. Sin embargo, este culto de la razón no se aplica al Corán, que se considera incuestionable y que se debe aplicar al pie de la letra. Los autores destacan la cultura de la confrontación de las opiniones, que pone así de manifiesto el elemento cientificista y racional que caracteriza al pensamiento islamista radical.

Partiendo de esta base, y a través de un interesante abanico de temas, los autores de la obra muestran que la radicalización sigue un proceso. Así pues, analizan el aspecto político-religioso y, a veces, social, de su compromiso (ya que el islam y la política son indisociables según la doxa yihadista) y desentrañan los procesos a través de los cuales estas personas se han radicalizado. Y para hacerlo, abordan el papel de Internet en el inicio de los procesos de radicalización, que primero es comportamental (esfera yihadista), y luego violenta (visionado de vídeos violentos); la naturaleza conspiradora de la retórica que mantienen (la guerra declarada por Occidente y los chiíes a los musulmanes, la laicidad como instrumento de opresión, etcétera); la designación de los enemigos declarados del islam (chiíes, dirigentes árabes aliados de Occidente, etcétera), y, sobre todo, la justificación del recurso a la violencia. Este último está respaldado, bien por los textos sagrados, o como una reacción justa frente a una forma de represión, o también para reforzar la idea de que el yihadismo va por el buen camino (yihad ofensiva).

El mérito de esta obra es que analiza el tema de la radicalización desde un ángulo procedimental y no causal. Al dar la palabra a los yihadistas, Soldats de Dieu permite comparar las diferentes teorías relacionadas con los procesos de radicalización que, a menudo, se enfrentan en el debate público y académico. Por desgracia, el desigual tratamiento de algunos temas, como la laicidad o la discriminación, limita el análisis de dichas teorías según la perspectiva de estos “casos prácticos” (en particular, el papel de los procesos de exclusión). Además, como la mayoría de estos reclusos son próximos a Al Qaeda, este trabajo no permite abarcar la gran diversidad de perfiles que la organización Estado Islámico ha sabido captar. Y por último, la propia naturaleza de las entrevistas –realizadas en un entorno penitenciario, por lo que existe la posibilidad de sospechar que existe una connivencia entre los investigadores y las autoridades francesas– hace que haya que mostrarse cauteloso ante algunos de los testimonios expresados.