POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 8

Europa y la seguridad: la reactivación de la Unión Europea Occidental

Alfred Cahen
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La reactivación de la Unión Europea Occidental (UEO) constituye un importante acontecimiento tanto para el proceso de construcción de una Unión Europea como para la Alianza Atlántica. Este relanzamiento se inició en los años 1984-85 y ha continuado desde entonces.

La UEO tiene su origen en el Tratado de Bruselas del 17 de marzo de 1948, modificado por los Acuerdos de París del 23 de octubre de 1954. En sus inicios cuenta con cinco miembros: Bélgica, Francia, Luxemburgo, Holanda y Reino Unido. Se ampliará en 1954 con la incorporación de Italia y la República Federal Alemana para permitir a esta última –tras el fracaso de la Comunidad Europea de Defensa– el acceso a la Alianza Atlántica y a la OTAN.

La UEO tiene una doble vocación: europea y atlántica. Desde el punto de vista de Europa es obvio que el problema de la seguridad existe desde el inicio mismo del proceso de construcción europea, comenzado hace ahora unos cuarenta años.

Es notable, en este sentido, que el primer documento diplomático suscrito bajo la perspectiva de este proceso haya sido un Convenio –el Tratado de Bruselas– consagrado esencialmente –pero no exclusivamente– a los temas concernientes a la seguridad de Europa occidental.

Este acuerdo es alcanzado con voluntad decididamente europea. Basta para convencerse de ello con leer el encabezamiento –”Tratado de colaboración en materia económica, social, cultural y de legítima defensa colectiva”1– y el preámbulo.

La UEO ha permanecido fiel hasta hoy a esta vocación europea reforzada aún más con ocasión de su reactivación. También lo sigue siendo la solidaridad atlántica en la que desde su origen inscribe su acción. La evolución de la Alianza Atlántica y de la OTAN por una parte y de la Unión Europa Occidental por otra no ha sido idéntica. Pero la solidaridad existente desde…

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