INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 799

#ISPE 799. 25 junio 2012

 | 

La ralentización de China, su primer socio comercial, ha comenzado a revelar las insuficiencias del modelo de desarrollo brasileño, basado excesivamente en las exportaciones de materias primas. Desde 2008, la economía brasileña ha crecido una media del 4%, pero la volatilidad del mercado mundial de commodities parece hacer insostenible ese ritmo. Desde el 1 de marzo, el Commodity Research Bureau Spot Market Index, que rastrea la evolución de los precios de 22 materias primas, ha caído un 7%. Los productos manufacturados brasileños (13,5% del PIB) tienen hoy menor demanda en los países ricos. Por su parte, la divisa brasileña se mantiene fuerte, lo que hace que sus exportaciones sean menos competitivas.

Numerosos analistas creen que la década prodigiosa ya pasó y que difícilmente se volverá a tasas de crecimiento del PIB del 5-6% porque, entre otras cosas, los consumidores están muy endeudados. Según el Fondo Monetario Internacional, todas las economías latinoamericanas, con excepción de Paraguay, tendrán un crecimiento superior al de Brasil este año.

El balance de la última década es notable: Brasil es ya la sexta economía del mundo y en 2030 probablemente será la cuarta. De las 500 empresas principales de América Latina, 223 son brasileñas. Pero en 2011 la economía brasileña creció apenas un 2,7%. Las previsiones apuntan a un 3% este año. En el primer trimestre, la expansión industrial fue prácticamente nula.

En 2011, la economía mexicana creció más que la brasileña y volverá a hacerlo este año. El modelo mexicano de economía abierta está demostrando una mayor fortaleza con baja inflación, deuda manejable y una creciente competitividad de su industria manufacturera. En 1990, el comercio exterior mexicano representaba el 17,5% del PIB. Hoy esa cifra es del 61%, frente al 20% del Brasil. El 80% de las exportaciones mexicanas son productos manufacturados.

En cierto modo,…

PARA LEER EL ARTÍCULO COMPLETO