POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 198

Recep Tayyip Erdogan en un discurso de su partido, el AKP. Tras él, la imagen de Mustafá Kemal ‘Atatürk’, fundador de la República (Ankara, 5/9/2019). ADEM ALTAN/GETTY

Qué hacer con la nueva política exterior turca

Si Turquía se consolida como rival estratégico, será una muy mala noticia para la UE, la OTAN y la estabilidad del Mediterráneo. Añoraríamos los tiempos en que solo era un socio difícil.
Eduard Soler i Lecha
 | 

Turquía no para de dar titulares. Y quebraderos de cabeza. No hace tantos años se alababa el “modelo turco” y era presentado como ejemplo de potencia emergente. Luego se puso de moda explicar cualquier decisión turca como la expresión de una pulsión imperial neo-otomana. Y casi simultáneamente se nos advertía de que Turquía se alejaba de Occidente, aunque no estaba claro si era para quedarse sola, para lanzarse a los brazos de Rusia o para intentar liderar el mundo musulmán. Ante tal constatación, tocaba plantearse dónde quedaba el sueño europeo de Turquía. ¿En una ficción diplomática? Así lo calificó el canciller austríaco, Christian Kern, en 2016, meses después del acuerdo al que los líderes europeos y Ankara llegaron in extremis para detener la llegada de refugiados a las costas griegas.

Turquía es noticia, día sí, día también, por su implicación en varios conflictos regionales a la vez: de Libia a Nagorno Karabaj, pasando por Siria y las exploraciones gasísticas en el Mediterráneo oriental. ¿Quién se acuerda hoy de la doctrina de “cero problemas con los vecinos” si no es para ridiculizarla o para constatar el giro que han dado los acontecimientos? ¿Qué papel desempeña el presidente, Recep Tayyip Erdogan, en todo esto? ¿Es la orientación internacional de este país de 80 millones de habitantes el fruto de intereses y visiones individuales, o más bien la traducción de un sentimiento de maltrato que comparte buena parte del espectro político y de la sociedad? ¿Es la firme política de Turquía la demostración de un país que se siente más fuerte y que quiere demostrarlo o, al contrario, una forma de disimular su debilidad?

La política exterior turca se ha convertido en un asunto apasionante para los académicos, que debaten sobre qué tipo de potencia es Turquía, sobre si lo que estamos viviendo…

PARA LEER EL ARTÍCULO COMPLETO