En una reciente reunión con congresistas republicanos, Henry Kissinger les dijo que cuando era secretario de Estado, nunca pretendió “democratizar Rusia, sino normalizarla”. Tras la última crisis del Cáucaso, EE UU y la Unión Europea han optado por no agudizar aún más las tensiones políticas con Moscú, confiando en que la progresiva integración del gigante euroasiático en la economía globalizada terminará por atenuar sus instintos nacionalistas más agresivos.

El conflicto ruso-georgiano ha intensificado las contradicciones internas en Ucrania, cuyas difíciles relaciones con Rusia se han agudizado tanto en términos políticos como económicos, precipitando ahora la ruptura de la coalición de gobierno y poniendo en una situación cada vez más precaria a su presidente, el prooccidental Viktor Yushenko

La decisión de EE UU de reactivar su IV Flota en la base naval de Mayport, Florida, ha despertado inquietud en varios países latinoamericanos, que desconfían de su declarado propósito de “asistencia sanitaria”. Venezuela, en respuesta, ha anunciado que barcos de su armada participarán en maniobras navales con navíos de guerra rusos antes de fin de año.

Desde el 25 de agosto, Tailandia se ha visto envuelta en un conflicto que amenaza con poner fin al intento de recuperar las instituciones democráticas. El proceso comenzó el pasado febrero, tras las elecciones que dieron el triunfo a una coalición de partidos liderada por Samak Sundaravej, que al final se ha visto forzado a dimitir después de que un tribunal sentenciara que había violado la Constitución al aceptar pagos por su aparición en programas culinarios de televisión

A pesar de haber desaparecido de los grandes medios de comunicación internacionales, en Darfur (Sudán), ha proseguido la brutal limpieza étnica de las poblaciones locales perpetrada por el régimen de Omar al Bashir, el primer jefe de Estado acusado, el pasado 14 de julio, por el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno-Ocampo, de genocidio y crímenes contra la humanidad