Desde que comenzó la crisis en los países desarrollados, en el verano de 2007, los países emergentes se habían mantenido relativamente inmunes. Entre marzo de 2003, cuando comenzó la etapa alcista, hasta diciembre de 2007, el índice MSCI de mercados emergentes subió casi un 300%.

Hasta el viernes 12 de septiembre, la campaña electoral norteamerican y los medios de comunicación parecían más concentrados en trivialidades como la vida familiar de la candidata republicana a la vicepresidencia, Sarah Palin, que en los asuntos cruciales a los que se enfrenta el país. Pero la quiebra de Lehman Brothers, la nacionalización de la aseguradora AIG y el anuncio de un rescate financiado con dinero público para devolver la liquidez al sistema han devuelto bruscamente a la realidad al debate político.

El primer ministro británico, Gordon Brown, ha sobrevivido al congreso del Partido Laborista gracias, paradójicamente, a la gravedad de crisis económica en Reino Unido. Los descontentos con su gestión en el partido y en el gobierno no se atrevieron a cuestionar su liderazgo en momentos en que la City de Londres podría perder hasta 100.000 puestos de trabajo en un sector, el financiero, que representa el 30% del PIB

LA ruptura de la coalición de gobierno en Ucrania aboca al país a unas elecciones anticipadas que agudizarán las tensiones con la minoría rusa, de ocho millones de personas, un 20% de la población, y concentrada en las regiones orientales del país, especialmente en la península de Crimea. En Sebastopol, donde se encuentra anclada la flota rusa del mar Negro, los rusos étnicos son el 75% de los 340.000 residentes, entre ellos 14.000 marineros y oficiales de la Armada rusa.

EL 22 de septiembre, el presidente de Israel, Shimon Peres, encomendó a la ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, la formación de un nuevo gobierno. Su imagen es la de una política joven que despierta esperanzas, pero sigue siendo una desconocida para la mayoría de los israelíes.