Las matriculaciones de coches, consideradas universalmente un barómetro de salud económica, están en caída libre, especialmente en EE UU, pero también en Europa e incluso en Asia. Al otro lado del Atlántico, cayeron un 32% en octubre, el peor mes desde 1945. Pese a que en Europa en conjunto bajaron menos, cedieron más de un 10%: en Italia un 19%, en Alemania un 8% y en España, una plataforma de producción para marcas extranjeras, un 40%. Según la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), las ventas caerán este año un 25%.

Las relaciones con Moscú serán uno de los puntos centrales de la reunión del 10 de noviembre en Bruselas de los ministros de Asuntos Exteriores de la UE. El conflicto que enfrentó a Rusia con Georgia en agosto alteró la compleja red de relaciones que la Unión y sus países miembros han tejido con el gigante euroasiático.

Los enfrentamientos armados en la región de los Kivus –del Norte y del Sur, en el este de la República Democrática del Congo (RDC)– entre tropas gubernamentales y grupos rebeldes, han vuelto a crear una emergencia humanitaria en la zona de los Grandes Lagos. Lo peor es que este último rebrote de la violencia cuestiona la vigencia de los acuerdos que en 2003 pusieron fin, formalmente, a la guerra civil iniciada en 1998 y que produjo entre cuatro y cinco millones de víctimas, entre muertos, heridos y desplazados.

Pocas elecciones en EE UU han sido seguidas en Oriente Próximo con tanto interés como la que ha dado la victoria a Barack Obama. Al fin y al cabo, la agenda diplomática de Washington y su política económica influyen de forma significativa en el devenir de la región. La inmensa mayoría de los medios de comunicación del mundo árabe apostó por Obama, en la esperanza –aunque no sin cierto escepticismo– de que el cambio que le ha encumbrado en su país llegue también a Oriente Próximo.

Aunque tanto la gobernante Concertación como la coalición opositora Alianza por Chile afirman haber ganado las elecciones municipales del 26 de octubre, lo cierto es que con el 41% de los votos, dos puntos por encima de sus rivales, la conservadora Alianza ha dado un paso importante para llevar a Sebastián Piñera al palacio de La Moneda en las presidenciales de diciembre de 2009. Si es así, sería la primera vez en más de 50 años que Chile elegiría un presidente de la derecha.