Informe Semanal de Política Exterior

#ISPE: La fuerza sancionadora del dólar
La multa de 8.900 millones de dólares impuesta por las autoridades judiciales de Estados Unidos al banco francés BNP Paribas por haberse saltado las sanciones de Washington a Sudán, Irán y Cuba, ha demostrado el enorme poder que da a la superpotencia la supremacía del dólar en el sistema financiero internacional para castigar a regímenes criminales o díscolos.
Irak perturba el mercado
El pasado mayo, la Agencia Internacional de la Energía (AEI) aseguró que Irak iba a convertirse en uno de los “mayores pilares” de la producción petrolera mundial, anticipando que en 2020 el país podría duplicar su producción, hasta los seis millones de barriles diarios (mbd), y superar a Arabia Saudí como el mayor exportador de Oriente Próximo. Irak tiene el 11% de las reservas globales –las quinta del mundo– y es el segundo productor de la OPEP y el séptimo del mundo, con 3,6 mbd. Sin embargo, la captura de casi un tercio del territorio iraquí por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), como ahora ha decidido llamarse tras crear un “califato” en las partes de Irak y Siria que controla, ha hecho trizas esas previsiones. La AIE ya las ha recortado en medio millón de barriles para 2019.
Líneas rojas en la arena iraquí
El envío a Irak de drones equipados con misiles Hellfire por EE UU, de cinco cazas Sukhoi por Rusia y de asesores militares por Irán, son las primeras señales de la internacionalización de la guerra desatada por el avance hacia Bagdad de los yihadistas suníes del Estado Islámico (EI). La razón es simple: la guerra se está librando en la línea tectónica que divide el mundo islámico entre suníes y chiíes. Los suníes representan el 90% de los 1.600 millones de musulmanes del mundo, pero los chiíes tienen una gran concentración demográfica en algunas de las zonas petroleras más importantes del mundo como Irán y el sureste iraquí, donde son mayoría, y en zonas clave de Kuwait, Arabia Saudí y Bahrein.
Cameron se queda (casi) solo
El primer ministro británico, David Cameron, se quedó prácticamente solo –secundado únicamente por su homólogo húngaro, Viktor Orban– en el último Consejo Europeo al sufrir una humillante derrota por su oposición al nombramiento de Jean-Claude Juncker como nuevo presidente de la Comisión Europea, lo que puede derivar en un replanteamiento global de las relaciones de Reino Unido con la Unión Europea. La elección del luxemburgués, que todavía tiene que ser refrendada por el Parlamento Europeo, ha puesto en marcha el complejo sistema de designación del resto de los principales cargos políticos comunitarios, que tendrá que determinar el Consejo Europeo extraordinario del 16 de julio.
Las partidas simultáneas de Putin
La firma el 27 de junio de un acuerdo de asociación entre la UE y Ucrania, Georgia y Moldavia, confirma el debilitamiento de la posición rusa en el espacio exsoviético. En octubre de 2013, Moscú pudo impedir en el último momento que Kiev suscribiera con Bruselas un acuerdo similar, lo que desencadenó la rebelión que precipitó la caída de Viktor Yanukovich, y esta, a su vez, la anexión rusa de Crimea, las revueltas prorrusas en el sureste de Ucrania y las sanciones occidentales contra Rusia. Pero el Kremlin no se ha quedado sin cartas. De hecho, Vladimir Putin está jugando con suma astucia dos partidas simultáneas en Ucrania: una militar y otra diplomática y económica.
Tiempo de prórroga para Argentina
Como le ocurrió a su selección de fútbol en los octavos de final del Mundial de Brasil, a Argentina también se la ha concedido un tiempo suplementario –un plazo de gracia hasta el 30 de julio– para evitar un segundo default en lo que va de siglo, con lo que quedaría expulsado de los mercados de capitales internacionales cuando más necesita ese acceso.