POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 36

El acuerdo sobre las bases entre España y Estados Unidos cuarenta años después

Para comprender el acuerdo firmado en 1953 sobre las bases americanas en España se debe dar marcha atrás en el tiempo. La guerra civil española dividió a la sociedad americana como pocos otros sucesos internacionales.
Vernon A. Walters
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Para entender el acuerdo de 1953 entre España y Estados Unidos  uno tiene que remontarse a mucho antes para comprender los  acontecimientos que hicieron inevitable ese acuerdo.  

La guerra civil española había dividido a los estadounidenses  como pocos acontecimientos extranjeros lo habían hecho anteriormente.  Las fuerzas de centro-izquierda del espectro político de EE UU veían esa  guerra como un conflicto entre un Gobierno democrático legítimo y una  rebelión militar, y estaban dispuestas a creer todas esas historias de  atrocidades supuestamente cometidas por las fuerzas del general Franco.  Por otro lado, las fuerzas de centro-derecha del espectro político  estadounidense creían que el Gobierno republicano estaba dominado por  las fuerzas de la extrema izquierda, es decir, los comunistas, o, lo que  todavía era peor desde su punto de vista, por los anarquistas. El asesinato  de obispos españoles, y de sacerdotes y monjas convencieron a esos  estadounidenses de que no se trataba de una lucha entre la democracia y  el fascismo, sino entre dos formas de dictadura.  

Muchos de estos sentimientos perduraron en los años de la posguerra.  La izquierda reprochaba al general Franco el que hubiera aceptado ayuda  de Alemania e Italia y el haber enviado una división al frente oriental para  combatir a los comunistas. Las fuerzas de la derecha le reconocían el  mérito de haberse mantenido fuera de la guerra a pesar de las grandes  presiones a las que se vio sometido para entrar en el conflicto, y de no dar  permiso a los alemanes para atravesar España y capturar Gibraltar,  cerrando así el Mediterráneo para los aliados.  

La posguerra dejó a Europa occidental en ruinas y completamente  desorganizada. En 1948 había pocos signos de recuperación y ninguna de  las divisas era convertible. El comercio entre los países de Europa  occidental estaba prácticamente estancado cuando el secretario de Estado estadounidense,…

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