Pese a sus desacuerdos, Europa y Norteamérica comparten el sentimiento de pertenecer al ?mundo civilizado?, de ser el núcleo de Occidente. Aunque conserva su enorme capacidad de influencia, Occidente ha perdido el monopolio de la dirección de los asuntos del mundo.
POLÍTICA EXTERIOR > NÚMERO 115


Otoño 2010 - Papel
Primavera 1999 - Digital
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