Las relaciones comerciales entre España y el Golfo se caracterizan por un crecimiento sostenido y un déficit comercial para España, debido a la compra de combustibles minerales. Los intercambios comerciales han aumentado de 6.139 millones de euros en 2009 a 13.049 millones en 2013.

Los seis países que componen el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (antes denominado Consejo de Cooperación del Golfo, CCG): Arabia Saudí, Bahréin, Catar, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait y Omán, con una población cercana a los 50 millones de habitantes, constituyen una región de enorme interés actual y futuro en la política comercial de España. Los volúmenes de importación y exportación y, principalmente, la importancia de los contratos adjudicados o en vías de negociación en áreas como infraestructuras, energía, construcción, etcétera, merecen la máxima atención de las empresas y las administraciones públicas españolas.

Se trata de un grupo heterogéneo de países, como no podía ser de otra manera, pero con características comunes: regímenes monárquicos presididos por un rey, sultán, emir, etcétera, en los que la familia gobernante controla el poder y con incógnitas, en algunos países, ante la futura sucesión a favor de segundas o terceras generaciones; de mayoría musulmana (dividida entre suníes y chiíes, objeto de no pocas tensiones en algunos); con porcentajes elevados de trabajadores inmigrantes (por ejemplo, en EAU el 80 por cien de sus habitantes es extranjero) procedentes fundamentalmente de Asia; y en que sus economías tienen una fuerte dependencia de recursos energéticos como el petróleo y el gas. Los actuales precios del petróleo afectarán, sin duda, a sus cuentas públicas. No obstante, los altos niveles de reservas y los activos de sus fondos soberanos mitigan sus efectos.

Puede destacarse igualmente, cómo elementos comunes a la mayoría de estos países, los abultados superávit que registran sus balanzas comerciales, los altos volúmenes…