Brasil pierde cada año un 1% de su PIB por la escalada de la violencia. En ciudades como São Paulo o Río de Janeiro el crimen organizado controla importantes áreas, constituyendo un Estado dentro del Estado. La incapacidad de las autoridades para reducir la criminalidad ha llevado a la población a aprender a convivir con la caótica situación de la seguridad pública.
> NÚMERO 27


El futuro de las empresas españolas en Mercosur
Ecocidio en la antigua URSS
Marruecos en Trance. Nuevo Rey. Nuevo siglo. ¿Nuevo Régimen?
Turquía y la UE tras el referéndum constitucional
‘Tasa Google’, el desafío de la UE
Otoño 2001 - Papel
Ucrania: Duelo de drones y misiles