Dos elementos externos han condicionado las relaciones de Cuba y España: el embargo estadounidense y el apoyo del régimen soviético. No obstante, nuestro país ha mantenido siempre su oposición al bloqueo con una política exterior y un comercio en desarrollo. El autor expone la evolución de los intercambios comerciales desde 1990, así como los principales obstáculos para la inversión de empresas españolas en los sectores estratégicos de la economía cubana.