El presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, durante la celebración de su victoria, el 30 de noviembre de 2019/GETTY

Alternancia y coalición multicolor en Uruguay

Luis Lacalle Pou asumirá la presidencia de Uruguay. Aunque las encuestas habían pronosticado una diferencia más holgada con Daniel Martínez, el escrutinio de la segunda vuelta dejó un resultado mucho más ajustado del esperado.
Castellar Granados y Asbel Bohigues
 |  3 de diciembre de 2019

Después de un empate técnico en el balotaje y de cuatro días de espera, se confirmó la victoria de Luis Lacalle Pou, candidato del Partido Nacional (PN), quien asumirá la presidencia de Uruguay el próximo 1 de marzo. A pesar de que las encuestadoras habían pronosticado una diferencia más holgada entre ambos, el escrutinio de la segunda vuelta dejó un resultado mucho más ajustado del esperado. Lacalle obtuvo un 48,1% de los votos mientras que Daniel Martínez, candidato del oficialista Frente Amplio (FA), consiguió el 47,51%. Así, la Corte Electoral cerró el primer escrutinio el 24 de noviembre sin poder confirmar un vencedor debido a que la diferencia entre ambos candidatos era menor a los votos observados no contabilizados en esos porcentajes (unos 35.000). De esta manera, los uruguayos tuvieron que esperar a un segundo recuento y a la apertura de dichos votos observados, lo que demoró el resultado final oficial hasta cinco días después. Sin embargo, a pesar de no recibir una comunicación oficial por parte de la Corte, todo indicaba que sería Lacalle quien sería proclamado presidente electo, pues Martínez necesitaba al menos un 90% de los votos observados para poder dar la vuelta al resultado. El presidente Tabaré Vázquez felicitó la misma noche del 24 a Lacalle Pou, pero el candidato Daniel Martínez no, a falta de la proclamación definitiva de un ganador por parte de la Corte Electoral.

Ninguno de los dos candidatos habló aquella noche a la ciudadanía hasta más allá de la medianoche, cuando la Corte dio a conocer el empate técnico. Fue Martínez quien en tono eufórico se dirigió primero a la población. “Querían enterrarnos pero no sabían que somos semillas”, declaró junto a Graciela Villar, su compañera de fórmula, el líder del oficialismo a la “ola esperanza”. Por su parte, Lacalle, acompañado de Beatriz Argimón, potencial vicepresidenta, y de los cuatro líderes de los partidos que conforman la llamada coalición multicolor, que incluye a todos los partidos a la derecha del oficialista Frente Amplio, declaró ante los presentes en la sede de su sector que esperarían a la confirmación oficial para festejar. “Las nubes pasan, el azul queda”, expresó el líder blanco recordando a Luis Alberto de Herrera, su bisabuelo y caudillo histórico del PN.

Así, tras el empate técnico del 24, la Corte Electoral volvió a recontar los votos dos días después. Todo indicaba que Lacalle sería presidente, sin embargo faltaba la confirmación oficial. Finalmente, el XXX, a falta todavía de la declaración de la autoridad electoral, Martínez reconoció su derrota cuando la tendencia en el recuento preveía inevitable el triunfo de Lacalle.

 

¿Por qué no se cumplieron los pronósticos?

Después de que la tendencia de los sondeos se cumplieran en primera vuelta, se esperaba que esta vez las estimaciones de las encuestadoras se aproximarían a la realidad. Sin embargo, en esta ocasión no fue así. El 53% estimado para Lacalle contra el 47% para Martínez no se cumplió. Los principales grupos consultores tampoco se atrevieron a pronosticar un vencedor a pie de urna. Pero, ¿cuáles fueron las causas de la subida del FA? Por una parte, el despliegue de la campaña “voto a voto” mediante la cual dirigentes y militantes se volcaron para movilizar a la ciudadanía. Esto pudo originar un trasvase de votos desde ciertos sectores más virados a la izquierda del resto de partidos, especialmente del FA. Si este fue el caso, no se vio reflejado en las encuestas.

Hay más acuerdo en señalar otro factor: el vídeo publicado por Guido Manini Ríos. El líder del partido derechista Cabildo Abierto, a pocos días del balotaje, colgó un vídeo en las redes sociales donde hacía unas declaraciones polémicas: pedir abiertamente a los militares uruguayos no votar por el candidato Daniel Martínez.

 

Mandato 2020-25

Con la aceptación de la derrota por parte de Martínez y la llegada de los resultados de la Corte Electoral, se confirmó a Lacalle como presidente para el periodo 2020-25. Esta victoria pone fin a 15 años de gobiernos frenteamplistas ininterrumpidos y se produce una alternancia: sale la izquierda del ejecutivo y da paso a un gobierno multicolor que abarca ideologías diferentes. El gran desafío para Lacalle será saber conciliar estas visiones, que pasan desde el centro-derecha y centro-izquierda del PN, el Partido Colorado (PC), el Partido Independiente (PI) y el Partido de la Gente (PdG) hasta la derecha más extremista de Cabildo Abierto (CA), uno de los principales retos.

La celebración por el triunfo de Lacalle tuvo que esperar hasta el mediodía del 30 de noviembre, pues las alertas por lluvias obligaron a postergar el festejo. “El blanco no destiñe”, dijeron algunos dirigentes del PN. Acompañado por la vicepresidenta electa Argimón, los líderes de los partidos de la coalición y su familia, Lacalle compareció después de entonar el himno nacional ante una marea de banderas multicolores, entre las que predominaba el celeste, pero donde también se avistaban algunas frenteamplistas. Lacalle expresó que no se trata de romper en país en dos mitades, sino de trabajar juntos por un solo Uruguay.

Así da comienzo la primera alternancia de un gobierno del FA hacia uno conformado por partidos tradicionales (PN, PC) y partidos mucho más recientes (CA). Pero para esto habrá que esperar al primero de marzo del año próximo.

De momento, la atención se centra en la conformación del gabinete, en concreto a las cuotas por partido, y en los nombres concretos. Ya resuenan algunos: Azucena Arbeleche para Economía, Pablo da Silveira para Educación, Jorge Larrañaga para Interior, Javier García para Defensa, Álvaro Delgado para Industria o Pablo Bartol para Desarrollo Social. Ernesto Talvi, líder del PC, sería el encargado de Exteriores mientras que Manini Ríos ha afirmado que no participará como ministro de Lacalle.

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