INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1214

Amazonía: Nuevas vías de depredación

El dragado de ríos alterará ecosistemas de modo quizá irreparable. Los nativos temen que los barcos de gran calado y la ampliación de puertos ribereños traigan consigo una contaminación de sus aguas, la llegada masiva de colonos, mineros, madereros ilegales –y narcos– a zonas, en gran parte aún vírgenes.

Hasta las décadas finales del siglo XIX, la única forma en la que Lima se comunicaba con Iquitos, capital amazónica peruana, era a través de barcos que salían del puerto del Callao y, tras cruzar el estrecho de Magallanes, subían hasta Belém do Pará, en la desembocadura del Amazonas, para remontar el gran río hasta su destino final. Con la llegada de la aviación, el problema de la incomunicación se resolvió en parte en los países amazónicos. Las vías fluviales, sin embargo, siguieron infrautilizadas, sobre todo en relación a las de la cuenca del Paraná y del Río de la Plata, que utilizan Paraguay, Bolivia, Brasil y Argentina para sacar al mercado mundial sus exportaciones agrícolas.

Desde hace tiempo, los países de la cuenca amazónica planifican un uso más intensivo de sus caudalosos ríos para el transporte de mercancías, con Manaos como eje central de la red fluvial. Uno de los proyectos más adelantados es la peruana Hidrovía Amazónica, a cargo de Cohidro, un consorcio de la compañía peruana CASA y la china Sinohydro, para facilitar el transporte de gran cabotaje en cuatro grandes ríos amazónicos: Huallaga, Marañón, Ucayali y Amazonas.

Todos ellos albergan zonas de gran biodiversidad, como la…

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