No ha durado ni un año el gobierno más conservador de la historia de los Países Bajos. La crisis se desató cuando el líder del Partido por la Libertad (PVV) decidió abandonar la coalición al considerar que sus socios no apoyaban con suficiente contundencia su plan de endurecimiento extremo de la política de asilo. “He firmado por la política de asilo más estricta, no por la caída de los Países Bajos”, defendió Wilders, al anunciar su retirada.
El primer ministro Schoof no tardó en presentar su dimisión al rey Guillermo Alejandro. “Si uno de los partidos carece de la voluntad de continuar, no podemos gobernar”, lamentó. El Ejecutivo quedará en funciones hasta la celebración de nuevas elecciones, previsiblemente tras el verano.
La coalición que llevó a Schoof al poder fue un pacto de compromiso tras meses de difíciles negociaciones. Incluía, además del PVV de Wilders, a los liberales del…