Donald Trump informó a los periodistas en Roma, antes de subir al avión presidencial, el Air Force One, de su intención de retomar su promesa electoral de una gran bajada de impuestos. Tan grande, que incluso se plantea llevar a cero el impuesto federal. Esa recaudación perdida se repondría con los aranceles específicos por país que, en principio, entrarán en vigor a principios de julio.
Trump volvió a presumir de que los aranceles “van a hacer mucho dinero”, lo que le permitirá “reducir los impuestos, y es posible que consiga una reducción total de impuestos, porque creo que las tarifas serán suficientes para eliminar todos los impuestos sobre la renta”. El plan suena espectacular. Se elimina el impuesto directo que pagan todos los hogares americanos y se sustituye por un impuesto indirecto que, según su versión, pagarán las empresas extranjeras que quieran vender sus productos dentro de EEUU.
Sin…

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