POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 209

Jair Bolsonaro durante una visita al puente que une Brasil y Paraguay (Foz de Iguazú, 1 de diciembre de 2020). GETTY

Brasil, bajo la égida de la anormalidad

El próximo gobierno brasileño deberá no solo pacificar un país donde la política se ha radicalizado, sino reconstruir el Estado. Aunque Jair Bolsonaro pierda las elecciones, su movimiento político seguirá muy presente.
Cláudio Gonçalves Couto
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Entre 1994 y 2014, la disputa política nacional en Brasil, específicamente en lo que respecta a las elecciones presidenciales, estuvo marcada por la polarización entre una izquierda socialdemócrata y un centroderecha liberal. Irónicamente, el nombre de la agrupación que lideraba ese centroderecha liberal era el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). La socialdemocracia está hegemonizada en Brasil por otro partido, el Partido de los Trabajadores (PT). En cierto modo, esta confusión entre los nombres de los partidos y sus orientaciones programáticas tiene que ver con cierta tradición de la política brasileña reciente: el sentimiento de vergüenza de los políticos que se autodenominan de derechas. Dado que la dictadura militar brasileña fue un régimen adscrito a dicho campo, asumir tal identidad podía sugerir una asociación con el autoritarismo castrense y, en consecuencia, con sus políticas de exclusión social en un país en extremo desigual. No es de extrañar que el grupo parlamentario conservador que surgió durante la Asamblea Nacional Constituyente de 1987-88 eligiera llamarse Centrão.

También era habitual que los distintos partidos políticos prefirieran adoptar nombres que los situaran a la izquierda de sus posiciones reales. La disidencia de la organización que dio apoyo político al régimen militar se autodenominó Partido del Frente Liberal (PFL), pero en realidad era conservador. El PT, aunque socialdemócrata, se proclamó socialista. Y el PSDB, aunque liberal, prefería llamarse socialdemócrata.

En el caso de este último, la denominación de izquierda adoptada en el momento de su aparición tenía cierto sentido, teniendo en cuenta sus orígenes. Nació durante la Asamblea Constituyente como una disidencia a la izquierda de la organización paraguas de la oposición a la dictadura, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). Algunos de sus principales líderes fundadores, como Fernando Henrique Cardoso y José Serra, tuvieron de hecho sus orígenes en la actividad política…

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