POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 154

Carta de Europa: La UE y el conflicto de Oriente Próximo

Nick Witney
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La UE tiene que recuperar su compromiso con el conflicto palestino-israelí. Una política europea más firme e independiente fortalecerá la mano de Washington y abrirá nuevas posibilidades de paz.

Los primeros meses de 2013 han alargado la sombra sobre las perspectivas de una solución del conflicto palestino-israelí basada en los dos Estados. Las elecciones en Israel tuvieron como resultado un nuevo gobierno incluso más inclinado hacia el anexionismo respecto a Cisjordania, mientras que la visita de Barack Obama a la región respondió a las mínimas expectativas que suscitaba. Hasta los actores principales del mundo árabe están ocupados con otras cosas. Es difícil identificar quién quiere ayudar a evitar la desaparición final de la solución de los dos Estados si no lo hacen los europeos.

En un estudio reciente del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR, en sus siglas en inglés) se han analizado los puntos de vista de los 27 países de la Unión Europea en relación a la solución de los dos Estados. La mayoría reconoce la importancia estratégica y económica de la paz en Oriente Próximo y muchos hasta sienten un fuerte vínculo político e incluso sentimental con este objetivo. Pero pocos se preocupan de actuar de manera decidida. La mayoría prefiere usar la (cuidadosamente preparada) posición de la UE respecto al proceso de paz como una coartada colectiva y útil para desviar las críticas a sus protagonistas mientras que, en paralelo, desarrollan relaciones bilaterales en línea con sus intereses nacionales.

Mientras tanto, y careciendo de unas instrucciones claras que digan lo contrario, la Comisión Europea sigue estrechando las relaciones con Israel, a pesar de que se haya suspendido el “acuerdo especial” declarado en 2009. Si bien las élites políticas son partidarias de mantener las cosas con Israel como hasta ahora, la opinión pública de la UE muestra…

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