Una baja renta per cápita, un mercado interno de pequeña escala y la ausencia de un proceso de integración regional Sur-Sur frenan la llegada de inversión extranjera directa a los países del Mediterráneo Sur. La ampliación de la UE al centro y el este de Europa ha repercutido también en unos flujos de capitales limitados a otros vecinos geográficos. Detener la inmigración masiva requiere iniciativas a largo plazo para generar riqueza y oportunidades de desarrollo en los países emisores.
> NÚMERO 34


Otoño 2005 - Papel
Julio-agosto 2002 - Digital
Verano 2000 - Digital
Verano 2012 - Digital
Otoño 1987 - Digital
Comportamiento reciente y perspectivas de la inversión española en América Latina
Transporte inteligente y ciudades digitales
El agua, recurso limitado. Sequía, desertificación y otros problemas.
Oriente Próximo en una era multipolar